Cosechando esperanza en los cerros de Nepal
El camino de las mujeres chepang hacia la justicia alimentaria y de género

En los cerros de Makawanpur, Nepal, el pueblo chepang ha mantenido durante siglos una existencia seminómada profundamente ligada a los ecosistemas forestales. En el pasado, practicaban la agricultura de tala y quema (llamada Khoriya) como estrategia clave de supervivencia, pero las políticas territoriales y las limitaciones ecológicas les han obligado a recurrir a la agricultura sedentaria, la dependencia de los recursos forestales y las prácticas ancestrales de subsistencia
Las mujeres chepang son el centro de los vínculos de su comunidad con la ecología local. Cultivan mijo, maíz y plátanos, recolectan mantequilla de chiuri (una grasa comestible extraída de las semillas del árbol del chiuri) y recolectan verduras silvestres y tubérculos como el ñame, el taro y el casabe, los llamados “alimentos olvidados”, que enriquecen la dieta de los hogares y conservan la biodiversidad.
Las comunidades chepang viven cerca de la tierra y cerca del umbral de la pobreza. De hecho, la mayoría vive por debajo de ese umbral, con una renta per cápita que apenas alcanza los 6000 rupias nepalíes (alrededor de $40) al año.
Según las últimas cifras de 2012, la privación educativa es grave, ya que más del 75 % de los chepang son analfabetos y, entre las mujeres, solo el 1 % sabe leer y escribir. Las niñas a menudo se ven obligadas a abandonar la escuela para realizar tareas domésticas y de cuidado no remuneradas o se enfrentan a matrimonios precoces, lo que agrava la opresión de género. Las últimas cifras del censo nacional de 2022 no desglosan los datos de alfabetización de los chepang.
Las desigualdades geográficas amplifican los retos a los que se enfrentan los chepang, con un impacto desproporcionado en las mujeres y las niñas. Muchas aldeas carecen de acceso a servicios básicos, la atención médica es remota, y los embarazos adolescentes son comunes. Más del 90 % de los asentamientos en las cordilleras de Chure y Mahabharat están en riesgo de sufrir deslizamientos de tierra y erosión. Todo ello contribuye a una situación precaria que las mujeres están ayudando a resolver.
Una abuela y su nieta regresan a casa desde un mercado lejano en la zona central de Nepal, con pesadas cargas al hombro después de atravesar un terreno escarpado para comerciar con granos, cabras y artículos para el hogar. (Bhola Bhattarai/NAFAN — Aldea de Kunale, Nepal; 22 de abril de 2025)
Una abuela y su nieta regresan a casa desde un mercado lejano en la zona central de Nepal, con pesadas cargas al hombro después de atravesar un terreno escarpado para comerciar con granos, cabras y artículos para el hogar. (Bhola Bhattarai/NAFAN — Aldea de Kunale, Nepal; 22 de abril de 2025)
'Nuestra fuerza y supervivencia'
Agroecología y medios de vida tradicionales

Las mujeres chepang se enfrentan a profundas desigualdades sistémicas y también poseen amplios conocimientos ecológicos. Tejen cestas de bambú y recipientes bhakari para almacenar cereales, fabrican esteras de paja llamadas gundri que se utilizan en rituales y en la vida cotidiana, y elaboran el gundruk, un alimento tradicional muy nutritivo a base de verduras fermentadas y secadas al sol. Todas estas prácticas tienen su origen en los conocimientos locales y el uso sostenible de los recursos.
Una mujer local teje una estera tradicional gundri con paja de arroz en la aldea de Khairang, en el centro de Nepal. (Bhola Bhattarai/NAFAN — Aldea de Khairang, distrito de Makawanpur, Nepal; 12 de abril de 2025)
Una mujer local teje una estera tradicional gundri con paja de arroz en la aldea de Khairang, en el centro de Nepal. (Bhola Bhattarai/NAFAN — Aldea de Khairang, distrito de Makawanpur, Nepal; 12 de abril de 2025)
Las actividades tradicionales favorecen la resiliencia agroecológica: ayudan a preservar la biodiversidad, reducen los residuos, promueven la soberanía alimentaria y permiten a las mujeres utilizar su patrimonio ecológico para su sustento.
“Cuando tejemos, no solo hacemos esteras, sino que tejemos nuestras historias, nuestra fuerza y nuestro futuro.”
Las mujeres chepang también crían cabras para complementar la dieta familiar y obtener ingresos. Se encargan de la alimentación, el cuidado y el uso del abono, integrando el ganado en los ciclos agroecológicos locales. En Raksirang, las mañanas suelen comenzar con las mujeres cuidando de las cabras, alimentándolas y criándolas según las prácticas transmitidas de generación en generación.
Los animales proporcionan tanto nutrición como ingresos adicionales, lo que ofrece estabilidad durante la escasez estacional de alimentos. Su valor va más allá de eso, como explicó una mujer: “Alimentar a nuestras cabras no es solo una tarea. Es nuestra fuerza y nuestra supervivencia. Estos animales son parte de nuestra familia”. El cuidado de las cabras es también una práctica ecológica que forma parte de las rutinas diarias y del tejido socioecológico de la comunidad chepang.
Una mujer chepang cuida de sus cabras, un elemento esencial en la vida de muchas familias Indígenas de Raksirang. (Suraj Dhakal/NAFAN — Aldea de Raksirang, Nepal; 12 de abril de 2025)
Una mujer chepang cuida de sus cabras, un elemento esencial en la vida de muchas familias Indígenas de Raksirang. (Suraj Dhakal/NAFAN — Aldea de Raksirang, Nepal; 12 de abril de 2025)
Las mujeres están al frente de las prácticas locales que conforman los sistemas agroecológicos vivos. Cada actividad fomenta la diversidad ecológica, optimiza los recursos locales y fortalece los sistemas alimentarios de la comunidad. Al aprovechar los conocimientos ancestrales para generar ingresos sostenibles y resiliencia, las mujeres chepang son poderosas agentes de la gestión ecológica y los derechos humanos.
Conectando la cultura y las oportunidades económicas
Proyectos NAFAN–RYTHM

NAFAN, junto con la Fundación RYTHM, ha impulsado el cambio en las comunidades chepang mediante programas basados en los derechos y arraigados en las realidades locales. Según los datos recopilados por NAFAN, sus iniciativas en materia de educación han aumentado la matriculación escolar del 60 % al 95 %, han mejorado la alfabetización de las personas adultas y han mantenido a las niñas en la escuela, lo que ha reducido el riesgo de matrimonio precoz para más del 70 % de las mujeres y niñas chepang. Esto ha contribuido a la dignidad de las mujeres y a su participación en la toma de decisiones a nivel local.
Además de la educación formal, NAFAN enfatiza la preservación del conocimiento indígena, integrando habilidades como el tejido y la elaboración de alimentos en la educación, donde las mujeres lideran tanto como alumnas como maestras.
“Cuando enseño a las niñas a tejer, siento que estoy plantando las semillas de nuestra cultura en sus corazones. Así es como nos mantenemos fuertes.”
Con el apoyo de Swallows of Finland, NAFAN ha estado trabajando junto con las comunidades chepang para revitalizar los sistemas alimentarios tradicionales, promover los medios de vida tradicionales y mejorar la resiliencia alimentaria local. Al promover los conocimientos indígenas y apoyar la producción comunitaria, NAFAN ayuda a tender un puente entre el patrimonio cultural y las oportunidades económicas.
Las mujeres chepang son las guardianas de los recursos forestales. Recolectan alimentos silvestres, extraen mantequilla chiuri y gestionan los sistemas forestales comunitarios. Estas prácticas refuerzan la gestión ecológica y su identidad social, lo que permite a las mujeres organizar cadenas de valor forestales sostenibles que proporcionan opciones de sustento al tiempo que protegen la naturaleza.
“Antes me sentía invisible. Ahora puedo escribir mi nombre, leer carteles y hablar en reuniones. La educación me ha dado voz, y la estoy aprovechando.”
Para superar la lejanía y el escaso acceso al mercado, las organizaciones benéficas apoyan los mercados locales y las cooperativas dirigidas por mujeres. En Raksirang, las mujeres ahora comercializan artesanías, cereales, ganado y productos como plátanos más cerca de sus hogares, lo que reduce la carga del viaje y aumenta los ingresos.
Las mujeres de las comunidades chepang y tamang han creado grupos de ahorro y crédito. Los tamang son un pueblo indígena de Nepal cuyas tradiciones socioeconómicas y culturales son similares a las de los chepang. Los grupos de ahorro y crédito financian la agricultura, la transformación con valor añadido y las iniciativas sociales. Estos sistemas cuentan con altas tasas de recuperación de préstamos (más del 95 %, según los registros de NAFAN) y contribuyen a la resiliencia colectiva y la autodeterminación económica.
“Antes esperábamos a que otros decidieran nuestro futuro. Ahora ahorramos, prestamos, crecemos y lideramos.”



Cultivo de plátanos
"Ahora nos valemos por nosotras mismas"

En el distrito 7 de Raksirang, el grupo de agricultores Khusiyali, una cooperativa formada por 25 familias chepang, ha transformado el cultivo de plátanos en un medio de vida comunitario basado en el liderazgo de las mujeres. Con el apoyo de organizaciones locales, las mujeres de Khusiyali organizan el cultivo colectivo de plátanos y producen chips de plátano para vender. Esto garantiza unos ingresos fiables y refuerza los conocimientos agrícolas, fortaleciendo los lazos de cooperación y la independencia financiera. “Antes dependíamos de otros. Ahora, con nuestros plátanos, nos valemos por nosotras mismas”, dijo una mujer.
El cultivo comercial del plátano se reconoce cada vez más como una estrategia viable para las y los pequeños agricultores de todo Nepal. En otros distritos, han convertido tierras baldías en plantaciones de plátanos. Para las comunidades chepang, la producción de plátanos supone una forma de obtener ingresos y recuperar el espacio agroecológico en los sistemas alimentarios tradicionales.
Las mujeres lideran el cambio

En Chainpur y las aldeas vecinas, el apoyo de NAFAN ha permitido la creación de un mercado comunitario, diseñado en colaboración con el municipio rural de Raksirang y las organizaciones comunitarias locales, como espacio para la venta de productos agrícolas y forestales. El mercado fomenta la soberanía comunitaria y el reconocimiento cultural. Las mujeres chepang ahora se dedican directamente al comercio, vendiendo plátanos, artesanías, gundruk y productos derivados de la cabra sin intermediarios.
El impacto es aún mayor: en lugar de recorrer largas distancias para vender sus productos, las familias ahora pueden venderlos dentro de su propia comunidad. La economía solidaria cambia el poder, retiene el valor a nivel local, fomenta los ingresos familiares y genera capacidad de acción entre las familias Indígenas.
"Ya no esperamos a que nos ayuden: cultivamos, cosechamos y vendemos juntas. Este mercado es nuestra voz y nuestra victoria"
A través de los proyectos apoyados por la sociedad civil local, las mujeres chepang se han formado como especialistas en herramientas de responsabilidad social, lo que les permite participar en la gobernanza local, promover políticas con perspectiva de género y utilizar la radio comunitaria y otros foros para aumentar su visibilidad.
El liderazgo de las mujeres en la planificación de las aldeas, la gestión forestal, la sensibilización sobre el saneamiento y la elaboración de presupuestos agroecológicos se ha convertido en un impulso poderoso para la justicia climática y el empoderamiento de la comunidad.
El grupo de agricultoras Didi Bahini también se ha convertido en un poderoso colectivo liderado por mujeres que impulsa el cultivo sostenible y la resiliencia de la comunidad. Las mujeres, que inicialmente dependían de parcelas de subsistencia, recibieron capacitación, visitas de exposición y asistencia técnica que les permitieron pasar a la agricultura comercial colectiva, cultivar hortalizas y cereales, compartir recursos y practicar métodos de agricultura ecológica.
Mujeres del grupo de agricultoras Didi Bahini cosechan fresas para venderlas. (Suraj Dhakal/NAFAN — Aldea de Bharta, Nepal; 10 de abril de 2025)
Mujeres del grupo de agricultoras Didi Bahini cosechan fresas para venderlas. (Suraj Dhakal/NAFAN — Aldea de Bharta, Nepal; 10 de abril de 2025)
Con el tiempo, las mujeres del grupo Didi Bahini se han convertido en líderes de la gobernanza local, participando en la planificación y la elaboración de presupuestos, en campañas de higiene y en la defensa de los derechos de las mujeres sobre la tierra y el poder de decisión. Con una mayor confianza, producción y solidaridad, el grupo desempeña un papel central en la promoción de los medios de vida agroecológicos, la seguridad alimentaria, la soberanía alimentaria y la justicia de género en Raksirang. Se han convertido en un modelo de cómo las mujeres pueden liderar el cambio desde la base.
La defensa liderada por las agricultoras también ha dado lugar al uso de tecnologías para facilitar la carga de trabajo y mejorar la productividad. Estas herramientas liberan tiempo para desempeñar funciones de liderazgo, formarse y participar en la vida cívica. Por otra parte, las iniciativas comunitarias de energía renovable lideradas por mujeres y jóvenes han ampliado el acceso a la electricidad en aldeas chepang que antes no tenían conexión, lo que ha reducido la dependencia de los combustibles de biomasa y ha abierto nuevas posibilidades económicas.
Una mujer chepang junto a un molino. (Suraj Dhakal/NAFAN — Aldea de Dhusarang, Nepal; 11 de abril de 2025)
Una mujer chepang junto a un molino. (Suraj Dhakal/NAFAN — Aldea de Dhusarang, Nepal; 11 de abril de 2025)
Creando cambio desde la base
Las historias de las mujeres chepang demuestran resiliencia, conocimiento y una transformación agroecológica basada en los derechos. A través del tejido, la conservación de alimentos, la educación, las cooperativas y la defensa de sus derechos, fomentan la soberanía sobre los alimentos, la tierra y la cultura. Con el apoyo de NAFAN y sus socios, sus esfuerzos colectivos están reivindicando su identidad, redefiniendo su futuro y construyendo economías solidarias basadas en la justicia.
Su trayectoria demuestra que el cambio surge de las propias comunidades, cuando se empodera a las mujeres, se honra la sabiduría indígena y se integra la justicia social en cada acción.
“Solíamos cultivar solos, sin saber qué nos deparaba el futuro. Ahora planificamos juntos, cultivamos juntos y defendemos nuestros derechos. Este es nuestro movimiento."

This photo essay was produced by the National Forum for Advocacy Nepal (NAFAN) and the Global Forest Coalition, with thanks to Raksirang Rural Municipality for providing a conducive working environment; Chepang Association and its members for their collaboration with NAFAN; Community-based organizations (farmer groups, forest user groups) for their effective cooperation and support; The Swallows of Finland and Rythm Foundation, Malaysia for their generous financial support to NAFAN; and NAFAN staff for dedicating their time and efforts alongside local people in bio-cultural protection, informal education, and community development.
Words: Bhola Bhattarai & Ismail Wolff
Images: NAFAN
Design: Ismail Wolff
Editing: Megan Morrissey
Translation: Megan Morrissey
National Forum for Advocacy Nepal (NAFAN)
Chakupat, Lalitpur, Nepal
email: nafannepal8@gmail.com
WhatsApp:+9779851074770
www.nafan.org.np
The Global Forest Coalition (GFC)
www.globalforestcoalition.org
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